El arroz con bacalao es una de mis recetas predilectas porque incluye dos de mis alimentos preferidos. ¡Podría estar comiendo arroz todo un mes y no me cansaría! Además es una dieta completa y equilibrada.
Sobre una tabla de cocina se corta la cebolla en trozos muy pequeños y se deja reservada mientras se prepara una sartén en el fuego con aceite de oliva. Una vez caliente, se dora bien la cebolla a fuego lento. Cuando va estando pochadita, se echa una piza de sal y de pimienta y se sofríe hasta casi caramelizarse.
A la cebolla se le añade una taza de arroz por persona y remueve bien durante unos cinco minutos o hasta que veamos que el arroz empieza a pasar de opaco a transparente. Entonces, se añade el agua, dos tazas por cada una de arroz, y, cuando lleve hirviendo unos veinte minutos, se le retira del fuego y se deja que repose durante unos minutos.
Mientras se cocina el arroz, cogemos el lomo de bacalao y lo salpimentamos. Ponemos una sartén al fuego con aceite de oliva, y mientras se calienta rebozamos nuestros lomos de bacalao en huevo y después en la mezcla de perejil picado y pan rallado.
Con el aceite bien caliente, freímos el bacalao. Cuando esté dorado de un lado se le da la vuelta para que se haga por el otro.
Una vez hecho el bacalao se retira de la sartén y se pone sobre papel absorbente para retirar el exceso de grasa.
Ya solo nos queda servir. En cada plato ponemos una buena cantidad de arroz con un lomo de bacalao rebozado.