Desde Estados Unidos, la receta de este postre ha llegado para quedarse. Un pastel compacto y contundente, para los amantes del chocolate. Un éxito asegurado.
Paso 1:
Mezcla la harina, la levadura y la sal, y tamízalas, es decir, pasa por un tamiz o colador de trama fina para airearlo. Por otro lado derrite la mantequilla y el chocolate cortado en trozos al baño María o bien en el microondas a potencia media y a intervalos de 30 segundos removiendo bien entre ellos. Así evitarás que el chocolate se queme.
Paso 2:
Una vez derretido el chocolate, añade los huevos, el azúcar y las nueces y mezcla bien. Después añade la mezcla de harina y remueve bien con unas varillas hasta que quede una crema homogénea.
Paso 3:
Calienta el horno a 180°. Mientras coge temperatura, vierte la mezcla en un molde untado con mantequilla de manera que tenga alrededor de 2 cm de grosor. Mételo al horno y cocina unos 25 minutos a altura media. Sácalo y déjalo enfriar en el molde.
Presentación:
Una vez que esté templado, desmolda tu brownie y pártelo en rectángulos o pequeñas porciones encima de una tabla y con la ayuda de un buen cuchillo para no romperlo. Sírvelo con azúcar glas espolvoreado por encima y acompáñalo de helado de vainilla.
Alternativa:
Este brownie también estará riquísimo si a la mezcla, antes de hornearla, también añades un poco de algún alcohol que le de sabor y aroma, unos 50 ml. Puede ser whisky, ron o grand marnier, el que más te guste. Le dará un gusto diferente, muy rico.