Un plato tradicional, sencillo, nutritivo y muy resultón: calamares en su tinta. Acompáñalos de un poco de arroz blanco hervido o al vapor si quieres un plato completo; o incluso puedes meterlos en una hogaza de pan… ¡una vuelta de tuerca al bocata de calamares de toda la vida!
Paso 1:
Si no adquieres el calamar ya limpio, procede a limpiarlo en casa. Ten mucho cuidado de no reventar la bolsita de tinta (aunque luego prefieras usar un sobre de tinta de calamar) mientras lo despojas de las tripas y la pluma. Enjuágalo debajo del chorro del grifo y trocea el calamar en trozos lo suficientemente cómodos para comer de un bocado.
Paso 2:
Pela el ajo y pícalo en una brunoise lo más fina posible, es decir, en daditos pequeños. Pela la cebolla, pártela por la mitad y apoya la superficie plana en la tabla de cortar para poder picarla cómodamente en cubitos pequeños.
Paso 3:
Pon a fuego medio una sartén con un poco de aceite. Cuando se caliente, rehoga en el aceite el ajo picado hasta que empiece a dorarse; en ese momento, añade la cebolla y sofríe hasta que se ponga transparente. A continuación, sube el fuego, añade los trozos de calamar y cocina 2 minutos más, removiendo frecuentemente.
Paso 4:
Transcurrido ese tiempo, vierte el vino blanco en la sartén y espera a que el alcohol se evapore sin dejar de remover.
Paso 5:
A continuación, agrega el agua y la tinta y remueve bien para que se integren. Baja el fuego y deja cocer a fuego lento durante una hora aproximadamente, acordándote de remover con frecuencia para que no se pegue y agregando un poco más de agua si ves que se queda demasiado seco.
Paso 6:
Transcurrido ese tiempo, retira la sartén del fuego y pruébalo para poner a punto de sal y pimienta.
Presentación:
Sirve tus calamares en su tinta recién hechos y disfrútalos mientras aún están calentitos.
Sugerencia:
Para ahorrar tiempo y tener listos estos calamares en su tinta en un periquete, utiliza una bolsa de calamar troceado congelado de DIA. ¡Sofreír, cocer a fuego lento y listo!