Que no te confunda el nombre… porque el cardo ni pincha ni resulta basto o desagradable. Bien al contrario, se trata de una verdura fina y delicada, de sabor sutil y delicioso. Prueba este plato de cardo con almejas, una verdadera delicia.
Paso 1:
Para hacer este cardo con almejas lo primero que debes hacer es limpiar las almejas en abundante agua fresca con un poco de sal.
Paso 2:
Acerca una cacerola al fuego con abundante agua y, cuando rompa a hervir, hierve el cardo. Cuando esté listo, escúrrelo bien. Si es necesario, sécalo someramente con la ayuda de un paño de cocina limpio y de papel de cocina.
Paso 3:
Reboza los trozos de cardo primero en harina y luego en huevo batido y fríelos en abundante aceite bien caliente. A medida que vayan estando listos, ve sacándolos a un papel absorbente para retirar el exceso de aceite.
Paso 4:
Por otro lado, pela los ajos, pártelos por la mitad para retirar el germen, responsable de que repitan y resulten indigestos a algunas personas y pícalos bien finitos. Lava el perejil, sécalo ligeramente y pícalo también, tan finito como puedas.
Paso 5:
Acerca una sartén al fuego con un hilito de aceite. Añade el ajo y saltéalo. Cuando comience a cambiar de color, incorpora el perejil y el pan rallado. Cocina a fuego muy suave durante un minuto más.
Paso 6:
Pasado este tiempo, incorpora las almejas escurridas y el vino. Sube el fuego y deja que se evapore el alcohol.
Paso 7:
Cuando el vino haya reducido, añade el caldo de pescado y el cardo. Deja cocer el conjunto durante 10 minutos hasta que la salsa coja cuerpo y consistencia.
Presentación:
Sirve tu cardo con almejas inmediatamente… ¡y acompaña con una buena cantidad de pan!
En Demos la vuelta al día: Así se hace la auténtica paella valenciana