Empanadillas de sardinillas y verduras

Las empanadillas son un plato de toda la vida que no necesita presentación. Eso sí, cuando son caseras, se convierten en una verdadera delicia. Además, te permitirá hacer mil variaciones con el relleno… en este caso, al añadir verduritas y sustituir el tradicional atún por sardinillas, el resultado es sorprendente.

Paso 1:

Lava el calabacín y córtalo –sin pelar- en daditos. Pela y pica el ajo y la cebolla.

Paso 2:

Saltea con un poco de aceite en una sartén el calabacín, la cebolla y el ajo hasta que estén tiernos, más o menos 10 minutos a fuego medio.

Paso 3:

Acerca un cazo con agua al fuego. Introduce el huevo y cuando rompa a hervir, añade un puñado de sal. Cuece durante 12 minutos. Sácalo y enfría bajo el chorro del agua, o en agua con hielo. Cuando se haya enfriado un poco, pélalo y pícalo.

Paso 4:

Abre las latas de las sardinillas, cuela el aceite y córtalas en dados.

Paso 5:

Cuando las verduras estén listas, mezcla en un bol con las sardinillas, el huevo y el tomate frito. Salar al gusto.

Paso 6:

Abre el paquete de masa para empanadillas y rellénalas con pequeñas porciones con la mezcla anterior. Dóblalas por la mitad y ciérralas con un tenedor.

Paso 7:

Calienta el aceite en una sartén. Cuando el aceite esté bien caliente, fríe las empanadillas en tandas de 3 o 4 para que no se enfríe mucho el aceite. Una vez que estén doradas retíralas del aceite y déjalas reposar en un poco de papel absorbente de cocina para que pierdan el exceso de grasa. 

Presentación:

Sirve tus empanadillas bien calientes en una fuente, o reunidas en un cestito, pero… ¡cuidado, que queman!.