Es una de las recetas de cuchara española más conocidas en todo el mundo... hablamos, cómo no, de la fabada asturiana. Una delicia contundente y llena de sabor y energía que invita a una larga sobremesa y a una buena siesta. Es una receta sencilla de elaborar… aunque tiene su truco: utilizar fabes asturianas, las carnes, el agua, asustar la legumbre… y el secreto: que las fabes cuezan despacito, sin prisas… a su amor, como dicen nuestras madres y abuelas.
Paso 1:
Pon las fabes a remojo en abundante agua la noche anterior. Cubre bien de agua… y ten en cuenta que las alubias ‘engordarán’ al hidratarse… de modo que sé generoso con el agua, para que queden cubiertas en todo momento.
Paso 2:
Ya por la mañana, saca las fabes de esta agua… pero sin tirar el agua, que la utilizarás más tarde.
Paso 3:
Acerca una olla amplia al fuego con las fabes cubiertas de agua fresca. Cuando rompa a hervir el agua, asusta las fabes. Es decir, retira la olla del fuego y escúrrelas.
Paso 4:
Vuelve a poner en el fuego otra olla con el agua en el que han estado las fabes durante la noche, incorpora las fabes ‘asustadas’. Incorpora en ese momento el chorizo y la panceta entreverada. Al principio, pon el fuego al máximo... hasta que vuelvan a cocer y, en ese momento, baja el fuego de manera que no paren de cocer... pero muy despacito. El agua debe cubrir lo justo la fabada. Tapa la olla y deja cocinar despacito. El tiempo total de cocción será de entre 2 y 3 horas... pero podría ser algo más... el tiempo depende de la legumbre.
Paso 5:
Pasada media hora o 40 minutos de cocción... acerca una sartén pequeña al fuego con un chorrito de aceite de oliva. Cuando coja un poco de temperatura, incorpora la cebolla partida en dos trozos grandes y los ajos enteros pero un poco chafados. Tuéstalos durante 2 o 3 minutos y añádelos a las fabes. Añade a la misma sartén, con ese mismo aceite, el pimentón y dale unas vueltas con una cuchara de madera y con el fuego suave, para que no se queme. En este punto, hay quien añade una pizca de harina y la tuesta también un poquito (no más de una cucharilla) para que la salsa de la fabada sea un pelín más espesa... pero es opcional. Con o sin harina, incorpora la mezcla de aceite y pimentón a la fabada asturiana. Remueve.
Paso 6:
Añade en este momento también la morcilla a las fabes. Durante la cocción de la fabada asturiana es importante ir retirando las posibles impurezas que vayan subiendo a la superficie así como el exceso de grasa. Debe hacerse con mucho cuidado y con la ayuda de una cucharilla... ya que la grasa durante la cocción se quedará en la superficie separada del agua de cocción. Es importante hacer esto para que quede un poco más ligera y digestiva.
Paso 7:
Cuando la fabada asturiana está casi lista... es el momento de rectificar el punto de sal.. con cuidado de no pasarte, puesto que algunos de los embutidos pueden ser bastante salados. En ese momento, añadir también el azafrán. La mejor manera de hacerlo es retirar un poco de caldo al mortero, añadir el azafrán y machacar con cuidado. Después, devolver a la fabada asturiana.
Presentación:
Sirve tu fabada asturiana recién hecha... puedes presentarla en una bonita olla vintage, sí, de esas de cerámica que utilizaban nuestras abuelas y que tan de moda están ahora. ¡Ah! y recuerda que como todos los guisos... estará mucho más rica hecha la víspera y recalentada.
Sugerencia:
No dudes en realizar esta fabada asturiana con aceite de oliva virgen extra de la nueva línea DELICIOUS de DIA... un producto gourmet que aportará el sabor del mejor aceite de oliva. Además, te sugerimos que pruebes a realizar esta receta con agua mineral. Para los mejores chefs del país... la diferencia puede llegar a ser apreciable. Elije el agua marca DIA.
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Las fabes necesitan una noche en remojo