En un bol grande mezclamos la harina de algarroba, la harina integral, la avena y la levadura química.
Añadimos el huevo, el aceite, la miel o azúcar y mezclamos bien.
Puede ser que la masa no te quede homogénea, si no que se te queden un poco como migas húmedas. ¡No hay problema! Para hacer las galletas coges un puñadito de la mezcla, haces una bola apretando bien con la mano y aplastas con las dos palmas. En el caso de que se rompan mucho, añade un poco más de aceite o miel para que tenga más consistencia la mezcla.
En una bandeja de horno (preferiblemente la de rejilla) cubierta con papel vegetal, colocamos la porción de galleta (si les quieres dar forma, ¡este es tu momento!) y lo metemos al horno unos 15-18 minutos, o hasta que veas que ya están duritas.
Al sacarlas déjalas enfriar en una rejilla (puedes usar la del horno) para que no se reblandezcan