Huevos y salmón ahumado, una combinación que funciona a las mil maravillas, además, en una receta de lo más sencillo.
Paso 1:
Pringa bien un molde individual, un ramequín o una cocotte con la mantequilla, para que no se pegue al fondo del molde tu preparación cuando lo hayas horneado.
Después, corta el salmón en tiras y ponlas en el fondo.
Paso 2:
Aparte, mezcla la nata con el queso rallado, repártelo en los moldes y añade la sal y la pimienta recién molida al gusto.
Paso 3:
Por otro lado, casca los huevos y pon uno en cada molde con mucho cuidado de no romper la yema.
Paso 4:
Cuece al horno, previamente precalentado, a unos 140° al baño maría hasta que la clara esté cuajada. Para este proceso, introduce los moldes en una fuente de horno con un centímetro de agua, y sólo con el calor de abajo, nunca con el grill.
Hay que sacarlo cuando la clara esté cuajada, lo que llevará apenas unos minutos, entre ocho y diez, según los hornos, y según te guste la yema más o menos cuajada.
Paso 5:
Mientras se va haciendo el huevo, unta el pan de molde con mantequilla, córtalo en cuadrados o, mejor aún, en triángulos. Tuéstalos en una sartén o en el mismo horno, aprovechando su calor. Finalmente, pica el cebollino menudo.
Presentación:
Esta receta se sirve directamente en su molde o cocotte, acompañado aparte del pan tostado. Justo antes de servir, espolvorea con el cebollino picado.
Truco:
En recetas como ésta en la que es muy importante que no se rompa la yema, si cascas el huevo directamente sobre el molde y lo echas, y resulta que la yema se rompe…. ¡ya no hay solución!. Una solución para evitarlo es no cascar un huevo nunca directamente sobre tu preparación, sino hacerlo en un bol pequeño o incluso sobre un vaso. Desde ahí, ya lo podrás añadir a tu receta. También es muy útil para retirar trozos de cáscara si hubieran caído. Si la yema del huevo que has cascado sobre el vaso se rompe, no significa que vayas a desecharlo, ni mucho menos (¡que no están las cosas para tirar nada!), pero puedes reservarlo para hacer una tortilla francesa por la noche o para el desayuno, o bien para batirlo y usarlo en algún rebozado, etc.