¿Aún no has descubierto el placer de tomar el brunch el fin de semana? Prueba a hacerlo en casa con esta sencilla y rica receta de huevos florentine… ¡todo un clásico!
Paso 1:
Para elaborar la salsa, derrite la mantequilla, bien en un cazo al fuego muy suave, o bien en el microondas a la mínima potencia. Por otro lado, coge un tercio de los huevos y separa las claras de las yemas y pon éstas últimas en un bol amplio de cristal, cerámica o algún material resistente al calor. Añade la mitad del zumo de limón, sal y una cucharada sopera de agua.
Paso 2:
Bátelo todo junto con unas varillas sobre un cazo o cacerola con agua casi hirviendo, para que se vaya haciendo muy poco a poco al baño maría, pero sin que el fondo del bol llegue a estar en contacto con el agua. Es importante hacer esta operación sin parar de remover con las varillas para que no nos queden unos ‘huevos revueltos’. Enseguida, las yemas empezarán a subir un poco y a cambiar de color…continuar removiendo hasta que estén ‘cocidas’ y hayan aumentado su volumen al menos 2 veces y media.
Paso 3:
Retira del fuego y, con la ayuda de una varilla, añade la mantequilla derretida poco a poco para crear una emulsión. Una vez terminado corrige el punto de sal, corrige el punto de acidez (por si necesitara un poquito más de zumo de limón) y añade la salsa picante a tu gusto. Mantén sobre un baño María a fuego muy bajo.
Paso 4:
Para pochar los huevos pon una cacerola con abundante agua a cocer. Cuando rompa a hervir añade sal, un buen chorro de vinagre (es imprescindible para que la clara rodee a la yema y se haga antes) y, con mucho cuidado, casca los huevos y échalos dentro y cuécelos durante 4 minutos. Un huevo escalfado estará listo cuando la clara esté cocida y el huevo no se rompa. Sácalos con cuidado con la ayuda de una espumadera y déjalos escurrir.
Paso 5:
Por último, tuesta el pan y saltea las espinacas (descongeladas o frescas) con un poco de mantequilla hasta que estén bien hechas.
Presentación:
Para montar los huevos: pon el pan como base, un poco de espinacas y el huevo escalfado como colofón. Por último, añade la salsa holandesa y... ¡a disfrutar!
Alternativa:
Si eres novato, te puede resultar mucho más fácil pochar o escalfar huevos haciendo un saquito con plástico film. Para ello, forra el interior de tantas tazas, vasos o cuencos pequeños como huevos quieras pochar con un cuadrado de plástico… que sea del tamaño suficiente para que sobresalga bien por el borde. Casca los huevos en su interior, y añade una pizquita de sal. Levanta los cuatro extremos del plástico y forma un ‘saquito’ de plástico film con el huevo dentro. Atalo con un hilo o con un trocito alargado del mismo plástico. Ahora sólo tendrás que añadir estos saquitos al agua de cocción, también durante cuatro minutos. Pasado ese tiempo, sácalos y reserva. Rompe el saquito de plástico cortando con una tijera sólo en el momento de emplatar.