Es unos de los platos italianos por antonomasia. En la antigua Grecia ya era un alimento bastante popular, de hecho, su nombre es de origen griego y proviene del término ‘laganon’, que se refiere a una lámina fina de pasta cortada en tiras. Nuestra versión no tiene pasta, sino que es una opción mucho más ligera, con verduritas y jamón.
Paso 1:
Primero lava bien todas las verduras y después corta cada una de la siguiente manera: la berenjena en lonchas de 1 dedo de espesor, al igual que el calabacín. El tomate bien picadito, como el ajo, y las cebollas en juliana, es decir, en tiritas finas. Estas verduras van a ser la base de nuestra lasaña ‘sin pasta’.
Paso 2:
Precalienta el horno a 180º C para asar casi todas las verduritas. En una fuente de horno (con papel vegetal para que no se peguen) ve poniendo los trozos de calabacín, de berenjena y el pimiento rojo entero. Echa sal sobre cada pieza y rocía la bandeja con un chorrito fino de aceite. Ásalas todas juntas pero ten en cuenta que no todas tardarán los mismo en hacerse: el pimiento tardará por lo menos 1 hora, la berenjena 45 minutos y el calabacín con 30 minutos será suficiente. Una vez listo el pimiento, pélalo y córtalo en tiras.
Paso 3:
Mientras las verduras se hacen, puedes aprovechar para rehogar las tiritas de cebolla en una sartén con un poco de aceite y sal, a fuego medio. La idea es que poco a poco se vaya pochando y que quede tierna y blandita. Tardará unos 30 minutos.
Paso 4:
En otra sartén o en una olla pequeña, rehoga juntos el ajo y el tomate que has picado antes. Cuando la sartén empiece a quedarse un poco seca incorpora el tomate frito y rehoga unos 5 minutos más. Saca del fuego y agrega un poco de albahaca, bien picada, que le dará mucho aroma.
Paso 5:
Las verduras van a ser las ‘placas’ de nuestra lasaña, así que colocalas como más te guste. Por ejemplo, una capa de tomate, otra de berenjena, luego cebolla y pimiento, calabacín…. Y también las lonchas de jamón. Cuando hayas rellenado el molde (mejor que no sea demasiado ancho, unos 5-7 centímetros de grosor está bien) añade un poco de queso por encima y ponla unos minutos en el horno para que se gratine.
Presentación:
Al presentarla decora con un poquito de albahaca fresca u otra planta aromática. Un toque de orégano tampoco le vendrá nada mal. Puedes preparar tu lasaña en moldes individuales y así no tendrás problema al desmoldarla. Pero es importante que la sirvas bien calentita…
Truco:
Puedes probar con otras verduras, como champiñones o alcachofas… este en un plato que te permite ‘reciclar’ las cositas que te vayan quedando por el frigorífico.