Una buena macedonia de frutas con sorbete de naranja para tomar de merienda en verano, o de postre en alguna comida o cena, es perfecta. Lleva su tiempo porque hay que preparar el sorbete y toda la fruta, pero el resultado es muy agradecido.
Lo primero que haremos será el sorbete.
Para ello hay que hacer el almíbar, poniendo el agua y el azúcar en un cazo y llevarlo al fuego. Se deja hervir a fuego fuerte hasta que la preparación se reduzca a la mitad y se espese ligeramente. Lo dejamos enfriar.
Con el almíbar frío, lo juntamos con el zumo de naranja y lo metemos al congelador. Cada hora lo sacamos y lo damos vueltas de forma enérgica, consiguiendo así esa textura cremosa que poseen los sorbetes. Lo repetimos varias veces.
Llega el momento de degustar el postre, asique nos ponemos manos a la obra y preparamos las frutas.
Lavar las fresas, quitarles las hojitas y cortarlas en trozos. Pelar los plátanos y cortarlos en rodajas más o menos finas, y rociarlas con unas gotitas de zumo de limón. Pelar dos naranjas y cortarlas en trocitos pequeños, reservando las cáscaras para preparar el almíbar. Escurrir los melocotones y la piña de su almíbar, y cortarlos en trocitos pequeños.
Colocaremos las frutas un bol o en una ensaladera grande, y bañarlas con el zumo de cuatro naranjas exprimidas.
Se saca ahora el sorbete del congelador y se le vuelve a dar unas vueltas enérgicas.
Ponemos un poco de fruta en cada cuenco o copa individual, y se echa por encima una buena cantidad de sorbete de naranja. Decora con unas hojitas de menta y ¡listo!