Esta panna cotta con gelatina de kiwi es un postre super fácil de hacer per al mismo tiempo rico y sabroso… y muy fresquito para el verano.
Paso 1:
Para hacer esta panna cotta con gelatina de kiwi, lo primero que debes hacer es poner a hidratar las hojas de gelatina en agua fría.
Paso 2:
Mientras se hidratan, poner a calentar en un cazo la leche, la nata, el azúcar glas y la vainilla. Mezclar bien y cunado vaya a hervir, apartar del fuego y añadir las hojas de gelatina previamente hidratadas y escurridas. Remover bien hasta que se integren y se deshagan.
Paso 3:
Verter la mezcla colada en los vasos que se quiera emplatar. Taparlos con film y dejar en la nevera durante una hora.
Paso 4:
Mientras la panna cotta va cuajando, vamos a preparar la gelatina de kiwi. Para ello, pela el kiwi y pasa la pulpa a un bol amplio o al vaso de la batidora. Tritura hasta reducir a puré. Añade el azúcar y suigue triturando.
Paso 5:
Hidrata las hojas de la gelatina en un bol con agua fresca.
Paso 6:
Mete el bol del kiwi en el microondas y caliente durante un minuto. Cuando lo saques, añade las hojas de gelatina hidratadas y bien escurridas y mueve bien para que se derritan y se integren bien con la fruta. Deja atemperar durante 15 minutos en la nevera.
Paso 7:
Cuando ya no esté muy caliente, vierte una capita de esta mezcla de kiwi sobre cada una de las panna cottas, vuelve a taparlas con plástico film y mete en la nevera. Ahora deberán pasar allí unas 5 horas... o, mejor aún, toda la noche.
Presentación:
Ya está lista tu panna cotta con gelatina de kiwi… ¡disfrútala bien fría!.
Sugerencia:
A la hora de hacer esta panna cotta con gelatina de kiwi no dudes en acercarte a tu tienda DIA habitual, donde podrás hacerte con todos los ingredientes.