Por norma general cuando hago un plato de pasta, en el suelo incorporar alguna proteína para que asiera ya se convierta en un plato completa, y sea lo único que ingiero durante una de mis comidas. Suelo acompañar la pasta de pollo, ya que es mi carne favorita, y además, y como soy estudiante y ando siempre a verlas venir, es de las más baratas. Para mi es habitual comer un plato de pasta con trocitos de pollo
Empezamos por pelar la cebolla, y cortarla en rodajas finas. Se pasa por harina, y se sacude la sobrante, para después freírla con abundante aceite de oliva caliente. Una vez que la cebolla este bien doradita, la sacamos y la ponemos a escurrir sobre papel de cocina, y la reservamos.
Mientras cortamos la pechuga de pollo en filetes, y en la misma sartén donde hemos puesto a hacer la cebolla pero retirando la mayor parte del aceite, la doramos después de haberla salpimentado adecuadamente.
Por otro lado cocemos la pasta y cuando este al dente, la retiramos y la ponemos a escurrir. Mezclamos la pasta con la cebolla en la sartén, junto con un poco de aceite, orégano y ajo machacado, y lo damos unas vueltas.
Vamos añadiendo las aceitunas y el perejil o el cilantro picadito. Cuando lo vayamos a servir, ponemos por un lado la pasta y encima ponemos la pechuga de pollo cortada en trozos. Tanto sobre la pasta como la pechuga, vertemos la salsa que ha quedado en la sartén.
Consejos:
Cuando este la pechuga de pollo lo que hay que hacer es salpimentarla, y echarle un condimento especial para pollo, ya que le dará otro sabor.