Pasta de wanton

La pasta para wanton es más fácil de hacer de lo que hubiésemos podido esperar, por lo que ya no es una excusa para no hacer ese plato de origen chino. Puedes rellenarlo de cualquier cosa, ya sea comida de carácter oriental o para incluso hacer unas empanadillas de relleno tradicional pero con una masa diferente. Tú escoges.

En primer lugar se mezcla la harina y la sal en un bol grande y se le da forma de volcán, es decir con un agujero en el centro.
Por otro lado se bate ligeramente el huevo y se lo pone en el centro del volcán de harina, se añade el agua y se mueve con una cuchara de madera.
Se espolvorea la mesa de trabajo con la maicena y se trabaja la masa espolvoreando cada tanto maicena para que no se pegue.
Amasamos durante al menos unos 10 minutos hasta formar una masa de una textura tierna y uniforme.
Se la cubre con un paño húmedo dejándola reposar al menos unos 30 minutos.
Pasado este tiempo de reposo se forma una tira larga de unos 25 cm de largo y se estira bien con un rodillo de manera que quede una lámina muy fina.
Se estira y se vuelve a extender hasta que quede lo más delgada posible, y se corta en cuadros de 8 a 10 cm dando forma a los wanton y se espolvorea maicena sobre cada porción de wanton.
Ahora podemos hacer varias cosas. Una es rellenar cada wanton con el relleno deseado y luego doblarlo por la mitad cerrándolo sobre sí mismo con los bordes humedecidos en agua, o simplemente freírlos en aceite como si fueran unos snacks. Si escoges esta última opción y fríes la pasta de wanton, espolvoréalos con unas semillas de sésamo por encima y pon la salsa que más desees para untar como si fuera un aperitivo.