Me encanta la pasta popeye porque, al decir el nombre, todo el mundo sabe lo que es. Si necesitas hierro en el cuerpo y quieres comer algo rico, ésta es, sin duda, tu receta. Si no, ¿por qué Popeye tenía esa fuerza? ¡Pues tú igual!
Por un lado, lava las espinacas con abundante agua y escúrrelas bien antes de cocinarlas para quitarles el exceso de agua.
Por otro lado, ralla el queso en un plato y resérvalo.
Hervir las espinacas limpias en una cacerola con agua y sal, y sin los tallos más gruesos, durante unos 5 minutos nada más. Al sacarlas del agua, escurrirlas bien antes de seguir cocinándolas porque absorben mucha agua innecesaria.
Mientras tanto, hervir la pasta elegida en una cacerola con abundante agua y un puñadito de sal, y escurrirla bien cuando esté al dente.
Para montar la pasta popeye, hacer un puré con las espinacas añadiendo las dos cucharadas de leche y el queso, y agregarlo todo a la pasta en el plato.