A mi madre la encantaba cocinar, sobre todo dulces, y raras eran las veces en que en mi casa no había alguno rondando por casa. Sus pastas de manteca eran famosas, porque la verdad es que la quedaban riquísimas. Su receta es muy sencilla, y muy fácil de hacer. Si las queréis probar, aquí os traigo la receta de sus pastas de manteca caseras.
Comenzamos preparando la masa de las pastas mezclando en un cuenco la manteca con la azúcar glas.
Cuando esté bien mezclado, vamos a ir agregando la harina hasta que nos quede una masa compacta.
Con dicha masa, y sin necesidad de dejarla reposar, vamos a hacer unas bolitas, de un tamaño no demasiado grande, y las aplastamos un poco de forma que nos quede una forma redondeada.
Según las hacemos las vamos colocando en una bandeja enharinada y las llevamos a cocinar al horno, a temperatura suave, hasta que se doren un poquito, lo que tardara aproximadamente de 5 a 8 minutos
Después de ese tiempo las sacamos del horno y dejamos que las pastas de manteca se enfríen completamente antes de comer. Espolvoréalas con un poco de azúcar glas.
Estas pastas de manteca caseras son el regalo perfecto si queréis quedar bien con alguien.
La receta de mi madre indicaba que se había de usar manteca de cerdo en su elaboración, pero si lo preferís, la podéis sustituir por mantequilla o margarina. El sabor varía un poco pero están igual de ricas.