Ya sabemos que no se debe abusar de las frituras, pero… ¿quién puede resistirse de vez en cuando a un pollo frito como este? Tan jugoso y sabroso que, antes de que te hayas dado cuenta, habrá volado.
Paso 1:
Si no has comprado el pollo ya en trozos, córtalo en 8: 2 muslos, 2 sobremuslos, 2 trozos de pechuga con alón y otros 2 sin él.
Paso 2:
Mezcla en un bol grande la leche con el yogur, las especias y una cucharadita de sal. Mete el pollo en esta marinada, que debe cubrir perfectamente toda la carne, y tapa. Deja marinar en la nevera al menos 4 horas.
Paso 3:
Pasado ese tiempo, saca el pollo de la nevera. En otro bol pon abundante harina, sal y un poco más de pimienta negra.
Paso 4:
Acerca una sartén con abundante aceite al fuego. Cuando esté caliente, saca el pollo, trozo a trozo del marinado rebózalo por la harina (tiene que quedar una capa gruesa de harina) y ve pasando a la sartén.
Paso 5:
Fríe el pollo durante 10 o 15 minutos. No debe hacerse muy rápido ya que tiene que cocinarse por completo. Eso sí, debe quedar muy doradito. Saca el pollo y deja escurrir el exceso de aceite en un papel absorbente.
Presentación:
Sirve este pollo bien caliente… y aunque sólo está delicioso, también lo puedes acompañar con salsa barbacoa o ranchera.