Estos scones caseros aromatizados con anís y pasas son un bocado delicioso al que nadie se podrá resistir. Si además los sirves calentitos y los acompañas con mermelada y un té, tendrás una auténtica merienda inglesa.
Paso 1:
Precalienta el horno a 210°C. Engrasa con mantequilla el molde que va a recibir la masa de los scones para que éstos no se peguen. Corta la mantequilla en cubos y asegúrate de que está muy fría.
Paso 2:
Pon la leche junto a las semillas de anís estrellado en un cazo y caliéntala hasta casi llevarla a ebullición. Retira el cazo del fuego, tápalo y deja que infusione durante media hora. Al cabo de ese tiempo, destapa el cazo, retira las semillas, vierte la leche en un recipiente que no desprenda olores y métela en la nevera hasta que se enfríe.
Paso 3:
Vierte la leche en un cuenco, casca los huevos en una superficie diferente a este recipiente y agrégalos también al bol de uno en uno. Bate con unas varillas hasta obtener una sustancia perfectamente integrada.
Paso 4:
Haz pasar la harina y la levadura química por un cedazo o colador de malla fina para tamizarlas, así te asegurarás de que tu masa no tenga ningún grumo imprevisto. Agrega el azúcar y mézclalo todo.
Paso 5:
Añade la mantequilla muy fría y cortada en cubos al bol de la harina y trabaja la mezcla con las manos hasta obtener algo parecido a migas gruesas de pan. Trata de hacerlo lo más rápido que puedas para que la mantequilla se mantenga fría.
Paso 6:
A continuación, añade las pasas, vierte la mezcla de leche y huevo en el bol y mézclalo todo con un tenedor o un cuchillo de filo redondeado de los que se usan para la mantequilla. El objetivo es una masa suave e hidratada pero no pegajosa.
Paso 7:
Divide la masa en tantas partes iguales como scones quieras e introduce esas bolitas de masa en los moldes previamente engrasados. Coloca los moldes en una bandeja de horno y hornea durante diez minutos o hasta que los scones caseros estén hechos y dorados. Retira la bandeja del horno y deja que los scones se atemperen durante unos minutos sobre una rejilla.
Presentación:
Sirve tus scones caseros recién hechos (están mucho más ricos calientes) y junto a un frasco con abundante mermelada de fresa para que cada comensal rellene los suyos a placer.
Sugerencia:
Para acompañar tus scones caseros nada mejor que la mermelada de fresa de la línea Vital de DIA. Está libre de azúcares añadidos y supondrá una opción saludable dentro de todos los acompañamientos golosos posibles.
Alternativas:
Si deseas un sabor a anís aún más acentuado en tus scones caseros o simplemente no quieres esperar a que se infusone la leche, puedes sacar las semillitas de los “brazos” del anís estrellado, machacarlas en el mortero e incorporarlas a la masa junto a las pasas.
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