Las sopas forman parte de mi recetario habitual. Me encanta comerlas muy a menudo en invierno, en verano menos porque tan calentitas no apetecen y frías no me gustan. En casi todas mis cenas hay presente una sopa caliente y reconfortante que viene estupendamente después de un día duro de trabajo, y por las mañanas al trabajo siempre llevo un termo lleno de sopita caliente. Mi preferida es la sopa castellana, que viene fenomenal.
Lo primero que haremos será poner el agua a cocer en una cazuela.
Después, vamos a echar los tomates pelados para que cuezan durante 10 minutos.
Mientras, vamos a pelar los ajos y los vamos a echar en un mortero con la sal.
A continuación, hay que machacar los ajos mientras se cuecen los tomates.
Seguidamente y cuando los tomates estén cocidos, los vamos a sacar de la cazuela y los tenemos que machacar en el mortero con la mezcla de ajo y sal. Añadiremos también a esta mezcla, la cucharadita de pimentón.
Ahora hay que dejar que esta mezcla cueza en el agua durante 10 minutos añadiéndole la cucharada de manteca.
Luego, vamos a echar la pasta y cuando esté cocida, echaremos el huevo sin parar de remover.
Finalmente, os recomiendo servir la sopa castellana muy caliente.
¡Que aproveche!
CONSEJOS:
-Podéis acompañarla, si os gusta, de trozos de pan duros.