Sorbete de café

Este sorbete de café es una vuelta de tuerca y una modernización de lo más apetecible del café solo con hielo tan tradicional en nuestras sobremesas, no solo en verano… sino durante todo el año. El azúcar ayuda a contrarrestar un poco el amargor del café y, además de ser de lo más refrescante y digestivo, puede ser una excelente alternativa al postre.

Paso 1:

Para hacer este sorbete de café, lo primero que debes hacer es preparar un café solo tal y como lo hagas normalmente… con tu cafetera habitual. Debes preparar tantas tazas de café como comensales quieras para tu sorbete… para que lo tengas en cuenta si empleas una cafetera de cápsula. En cuanto esté listo, aparta y reserva.

Paso 2:

Acerca un cazo al fuego con el agua y el azúcar a media potencia. Cuando el azúcar se haya derretido, y el agua comience a hervir, incorpora el café y deja hervir todo junto durante 1 minuto. No dejes que hierva más para que el café no pierda ni sabor ni aroma. Aparta del fuego y deja enfriar un poco.

Paso 3:

Vierte la mezcla de agua, café y azúcar sobre una tartera o molde rectangular (más ancho que alto) y lleva al congelador.

Paso 4:

Ve removiendo tu sorbete de café cada media hora y, cuando vaya estando congelado ve raspándolo con un tenedor para darle textura de granizado.

Presentación:

Sirve tu sorbete de café en un bonito vaso y acompaña con una pajita. Si está muy espeso, acompáñalo también de una cucharilla, aunque después se ira deshaciendo.

Sugerencia:

Para quien no pueda tomar café fuerte… o sencillamente quiera tomar este sorbete de café por la tarde o noche... sin arriesgarse a perder el sueño, también puede emplear café descafeinado. El sabor será igual de delicioso. Eso sí, apuesta por el café marca DIA, que es de una calidad extraordinaria.

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