Trucos de aprovechamiento
Aprovechar las carnes
Si quieres sacar todo el partido a tus carnes, toma nota. Si te sobra carne cocinada puedes utilizarla en guisos con patatas, con sofritos, con arroces, para hacer canelones, lasañas, croquetas, empanadas y también en ensaladas. El esqueleto del pollo y los huesos de jamón, puedes utilizarlos para la elaboración de caldos.

Aprovechar el pescado
Con la cabeza y las espinas de pescados puedes elaborar sopas, caldos, fideuás; el pescado cocinado puedes incluirlo en guisos, sofritos, arroces, canelones, etc; con el aceite de oliva de las conservas de pescado también puedes elaborar un aderezo para tus ensaladas.

Aprovechar el pan del día
Conserva el pan del día en una bolsa de tela de algodón para mantenerlo fresco. Aprovecha el pan duro para hacer pan rallado o tostadas.

Aprovechar legumbres o lácteos
Aprovecha los productos como la pasta, el arroz y las legumbres cocinadas para incluirla en distintas elaboraciones (purés, sopas, patés, cremas, ensaladas, etc). Además, los productos lácteos como los yogures, puedes utilizarlos en batidos o magdalenas caseras.

Aprovechar frutas y hortalizas
Aprovecha en cremas, sopas, salsas y sofritos de verduras aquellas verduras que se hayan marchitado. Además, puedes incluir restos de hortalizas en formatos como croquetas, tortillas, empanadas o hamburguesas. Incluso, si te apetece algo más refrescante, puedes aprovechar la fruta y las hortalizas muy maduras para elaborar zumos, batidos, salsas, helados o granizados.

Conservar frutas y hortalizas
Refrigera las frutas y hortalizas que vayas a consumir durante la semana. También tienes la opción de congelar algunas como pimiento, cebollas, calabacín, zanahoria o ajos en formato crudo y ya troceado para las distintas elaboraciones; u otras hortalizas escaldadas.

Frutas de temporada
Compra frutas/verduras de temporada y proximidad, en el punto óptimo de maduración; si es posible mejor en pequeñas cantidades para consumirlas en pocos días.
