Mandarina

Además, contiene provitamina A, de la familia de los carotenos, que contribuye al mantenimiento de una visión saludable, protege la piel, refuerza el sistema inmunitario y apoya el funcionamiento adecuado del corazón, los pulmones y otros órganos vitales. La mandarina también es rica en flavonoides, compuestos naturales que poseen propiedades antiinflamatorias, ayudando a modular procesos inflamatorios en el organismo y favoreciendo la prevención de enfermedades crónicas relacionadas con la inflamación. Su consumo regular es, por tanto, una excelente manera de promover la salud integral de forma natural y deliciosa.

Curiosidades y consejos sobre la mandarina:

Aunque la mandarina no supera a la naranja en cuanto a cantidades de vitamina C, supera a todos los cítricos en ácido fólico.

¿Sabías por qué la mandarina tiene ese sabor ácido y ese aroma en cuando la empiezas a pelar? Porque contiene ácido cítrico y ácido málico, que, debido a su estructura química, interactúan con receptores específicos de la lengua dando ese sabor ácido. Los responsables de su aroma, son sus sustancias volátiles llamadas limonoides localizadas en su corteza.

Sus primeros cultivos fueron en China, de hecho, se dice que su nombre se atribuye al color de las togas que utilizaban los altos gobernantes de la antigua China. En Asia, las mandarinas son consideradas como símbolos de buena suerte y prosperidad, especialmente durante celebraciones festivas. ¿Sabías que existen muchísimas variedades de mandarina? Se suelen dividir en cuatro grandes grupos, las clementinas (se consideran un cruce entre la mandarina y una naranja silvestre de Argelia), las clementillas (de corteza naranja rojiza y con mucho zumo), los híbridos (la corteza está muy adherida a la pulpa) y la satsuma (originaria de Japón).

El mejor momento para comprar mandarinas en el mercado es desde septiembre hasta principios de marzo. Su periodo de maduración es muy amplio debido a la gran variedad de mandarinas que existen.